Dentro de las excéntricas tradiciones españolas se encuentra la lotería de la Navidad es una de las que tendrás presente aunque te esfuerces en ser ajeno a ella.
Se trata del sorteo extraordinario de la lotería que cada 22 de diciembre los niños de la Residencia-Internado de San Ildefonso en Madrid cantan los números premiados ante el auditorio del Teatro Real y la tv que transmite a nivel nacional.
Pues estos boletos contienen un número de cinco dígitos que se empiezan a vender desde el verano, el precio del boleto es 200€ y se dividen en diez décimos cuyo precio es de 20€. Existen muchos rituales acerca de cómo y dónde comprar los boletos de lotería. Uno de ellos dictamina que a cada ciudad o pueblo que visites debes comprar un décimo, otro muy arraigado es comprar un décimo en la céntrica plaza del Sol en Madrid donde los vendedores “hacen la navidad” en las vísperas del sorteo. Las empresas compran el boleto completo y venden los décimos entre sus trabajadores (si algún trabajador no lo compra corre el riesgo de que ese 22 de diciembre todos sus compañeros se hagan ricos excepto él), las familias compran varios décimos dependiendo de sus posibilidades. Los compañeros de trabajo le piden a quien viaje que le compre un décimo en la ciudad a donde va.
Los días previos a ese 22 de diciembre todos los puestos de venta de loterías tienen largas filas de gente que espera a comprar su décimo. Muchos se resisten a caer en la tentación del juego de azar pero en la mañana del 22 de diciembre y en días posteriores las fiestas y celebraciones se repiten por toda España, siendo la tv quien se encarga de transmitir la tradición a todo el país. Los felices con suerte se encuentran por todas las regiones (cada décimo del número ganador cobra 400.000 €).
Una historia conmovedora ocurrió el pasado sorteo: cada año una mujer inmigrante de latinoamérica compraba su décimo, igual que cada año intentaba entrar al Teatro Real para ver el sorteo pero sin conseguirlo. El 22 de diciembre de 2022 logró por fin entrar al Teatro y cumplir uno de sus sueños. En un momento alguien entre el público asistente al teatro pidió ayuda pues nuestra mujer se había desmayado, los paramédicos la asistieron hasta que ella se recupero, le preguntaron como se sentia y respondio «feliz, acabo de ganarme el Gordo»
Se desmayó y se despertó siendo rica, había cumplido su otro sueño.